Pasa el tiempo, no funciona, la pasas mal, no funciona, volves a intentar y no hay caso. Levantas la mano, para evitar problemas y te evitan. No sos quien querían que fueras y ahí seguís. Detenido en el tiempo, sin rumbo ni marca, dando manotazos de ahogado y nadie te da una mano. Terminas sintiéndote de lo peor, por una decisión ajena y duele. Tratan de hacerte creer que esto es así, esa es la única verdad. No encontras el rumbo pero seguís chapoteando porque eso aprendiste a hacer, aguantar, porque esta crisis es una oportunidad que no llega... Aunque esto tiene más sabor a oportunidad convertida en crisis eterna. Seguís como el caballo y sus orejeras, andando el mismo camino, aguantando porque no conoces otro, ese viste toda tu vida y esa es la realidad viva, aunque por un costado vuelen unicornios dorados o asesinos de sueños...
No hay respuestas, quizás no las tengan o tal vez sea más fácil no tenerlas... Y derivan indirectamente el problema en uno, uno que no quiso intentar (¿Qué?), uno que pierde así la oportunidad de vaya a saber que, de seguir aguantando mientras otros se desligan del problema, se lavan las manos y si algo sale mal, la culpa es de uno. Porque no importan todas las horas, las ganas que invertiste, no importa si lo advertirte o si no querías. No importa si querés que evitar que esto empeore... Lo importante es que no aguantas, que no podes y perdiste la oportunidad.
Y ahora ¿qué haces? Sos nadie en el medio de todo pero a nadie le importa... Nadie sos vos mismo, que no pudiste, que no sabes que hacer, que no te haces valer. Pegar el portazo, que hacer o no. Aguantar un poco más, todo pasa... Todo pasa...
12/12/2018 - 23:27
Este escrito es parte de un par de publicaciones que no vieron la luz en su momento, por ello los publico con fecha y hora del momento que se guardó, para no perder la temporalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Slds!