Uno puede equivocarse, hacer daño, detenerse e incluso retroceder...
Puede ser agraviado, maltratado y hasta ignorado por sus acciones; ya sea con justa causa o sin ella, y no encontrar salidas que te solucionen esos problemas sobre la marcha.
Lo que NADIE te puede PROHIBIR o QUITAR, es el amor propio, tú identidad.
La posibilidad de empezar desde cero otra vez, porque no tienen porque reclamarte si no tenés nada de terceros...
Y aunque es dificil, es una muy buena opción el resurgir como el ave fénix de las cenizas y sentirse capaz de hacerlo, de forjar cada paso desde adentro.
M. A. Laplagne - 11/10/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Slds!