viernes, 30 de abril de 2010

Divagando entre fichas.

Espacios intemporales con múltiples personalidades atraviesan lo días como una flecha al encontrar su objetivo. Cada uno con sus celosos toques de melosa sensación y el agrio contrastante de la misma realidad.

Fuiste capaz de desnudar mi espíritu cada vez que quisiste, de llenar cada intersticio de mi alma y aún reconstruir el rompecabezas de mi corazón, tal y como si fueras un ingeniero siguiendo un perfecto plano.

Pero siempre lo hiciste a tu gusto, venías aunque en verdad te alejabas y cuando empezaba a acostumbrarme a tu presencia me daba cuenta que ya no estabas. Las lágrimas surgían sécamente con la realidad latente y otra vez me aseguré de creer que ya no volverías nunca más a mi...

El tiempo pasaba una vez más, se encargaba de enredarme entre sus locuras, su cotidaneidad absorvente que me hace olvidar cualquier inconveniente pero también me deja sin aliento para sentir la vida misma. Anesteciado por esa realidad continuaba de pie y todo parecía distinto pero claramente vacío. Quizás ese tal destino se encargó de mostrarme otra de sus cartas y quedé embelesado una vez más... pero es inútil, quebrar la banca solo ocurre tan seguido como un eclipse como cuando te conocí a tí.

Una vez más estaba por perder la ronda con una buena mano y en ese momento, tal como lo hiciste la primera vez, reapareciste. Tú mano afirmó mi espalda mientras tomabas mi hombro con fuerzas y solo fue necesario aspirar una vez para descubrir la fragancia de tu presencia. Sostenías tu carisma con la mirada y a pesar de saber que ese mundo ficticio se derrumbaba, otra vez sentía la seguridad de tu compañía. Todo iba a estar bien porque estabas alli conmigo.

El instinto me confundió y creí venías por mi, pero no era así. Acomodé mis pensamientos, los adorné con toda la comprensión y tranquilidad que me regalaste. Me prometí a mi mismo no verte más con esos ojos y en cambio disfrutar de tú presencia, intentando que fuera eterna desde el lugar que tú quisieras.

Cerramos juntos, cada uno de los libros pasados y en un pacto silencioso prometimos ser felices. En verdad asi fue por unos meses, quizás tres que parecieron dos minutos...

Pero la ironía se encargó de burlarse nuevamente de mi y cada intento de percibirte, solo logró alejarte una vez más... Esta vez no apostaba nada, ni siquiera estaba jugando la mano pero aún así, quedé en bancarrota. Tal vez era otro quien jugaba la mano y te confundió haciéndote creer que eras su premio.

30/04/2010 - M. A. L.

lunes, 26 de abril de 2010

Ensalada mental.

Salí de la ducha y una cosa trajo a la otra, hasta que finalmente terminé aqui sentado tratando de escribir.

Me puse a pensar en cosas viejas o más que nada del pasado. Tengo esa manía de reveer lo que ya fue y pensar cuales fueron los errores, porque se llegó a esto o aquello y si tuve algo que ver en provocar tal desenlace.

Sin dudar, muchas veces me equivoqué sin saberlo. Quiero decir, tomé una decisión y con el tiempo pude notar que no era lo correcto aunque en ese momento lo crei adecuado; pero eso es parte de la vida y no se puede cambiar. Distinto sería si a sabiendas de que mi acción iba a provocar una situación adversa, hubiera igualmente continuado sin tratar de evitarlo.

Aquí en la última frase entran en juego la conciencia y el arrepentimiento, ya que habiéndolo previsto lo ejecuté en un momento de enojo y luego me arrepentí. Distinto sería si mi conciencia me advirtió y por ello no hice nada o busqué una acción alternativa, logrando cierta tranquilidad mental.

Entonces entran en juego muchos factores que si bien aquí parecen sencillos y repetitivos, en la vida en vivo y en directo no es tan fácil llevarlos a cabo.

Cambiando radicalmente de tema, recordé otras cosas. Algunas ciertamente inconclusas de las cuales no quise averiguar los porque, ya que preveia cierta respuesta, pero quedaron ahi. Esas cosas que pasan indiferentes y cuando uno las recuerda dice "la pucha, ¿qué hubiera pasado si yo en vez de ... hubiera hecho ...?"

Y de aquí parto a mi locura de fin de semana agotándose en el reloj. El título sería: "Esquives a relaciones insinuadas". ¡CHAN!

Si, me van a decir que no les pasó nunca. Alguien cercano o no tan cercano, de golpe aparece, muestra demasiado interés y uno en su estupidez prejuzga diciendo internamente no. Ojo que hay muchos casos en los que cuando uno realmente conoce a la otra persona (hablo relaciones de amistad de muchos meses o años) sabe que no funcionaría y como a modo de defensa, pone límites o simplemente evade, esquiva al mejor estilo de esquiador profesional haciendo slalom por la montaña. Jajaaa no te rías, es muy cierto. En este caso puntual, creo es sano porque no tan solo te evitás un problema a futuro sino que también lo protegés al otro (aunque probablemente en ese momento no lo entienda).

Ahora también está el caso de te prejuzgo, no me gustó cierta actitud puntual y aunque no te conozco fuiste, cruz. El que sigueeeee. ¿Discriminación? Eso es libertad. La discriminación en su sentido etimológico originario significa seleccionar excluyendo. Generalmente asociamos la discriminación a la falta de respeto hacia los derechos humanos, pero también está la referida al proceso de separación pensada. Otros ejemplos son: fuma, es muy petiso, muy alto, ¿viste como habla?, se parece a mi hermano, etc. Salvo la última (Diós nos libre jejeje) son cosas que uno hasta realiza inconscientemente muchas veces en fracciones de segundo.

Para llegar a amar a una persona, es necesario primero conocerla, saber como piensa, conocer reacciones, metas, afectos, intereses, etc. En la otra punta está el enamoramiento sin sentido razonable pero no por ello menos auténtico, el famoso por tres meses "te amo, te amo, te amo" hasta que se cae el cartón que colgaba de la frente y uno empieza a conocer de verdad a la persona.

Con todo esto voy a que es necesario un seguimiento, buscar puntos en común y contrarios, complementos, estilos y recién ahi hablar de amor, cuando los dos tienen en claro sus virtudes, defectos y estén dispuestos a apoyarse y soportarse, como así también disfrutarse (porque todo lo malo tiene cosas buenas y viceversa), entonces vamos adelante. El tema pasa por saber discernir que pesa más en la balanza.

¿Qué está bien y qué está mal? No lo se, los rangos son tan amplios y variados como personas hay en el mundo. Pero lo importante es ser abiertos de mente, enfocarse en lo que se busca y saber que ese príncipe azul o esa doncella de los cuentos que equivocadamente uno espera, no existe... Crear lazos, mostrarse y dejar que el otro también lo haga, para que si realmente se quiere y están dadas las condiciones mentales de afrontar una relación, se pueda apostar a ello. Eso si, hay que ser fiel a uno mismo y si lo que se busca es tan solo pasar el momento, también hay que ser frontal, más que nada por respeto.

M. A. L. - 25/04/2010

viernes, 23 de abril de 2010

Otro punto de vista.

La mirada de las cosas tiene una cuota de relatividad tan grande que las cosas se interpretan dependiendo de cómo se vean.

Un señor llamado Paul Watzlawick cuenta que en un laboratorio donde se hacen experimentos con animales, un investigador está tratando de hacer un reflejo condicionado con dos ratas en un laberinto. Entonces, cuando el señor de guardapolvo blanco entra, una ratita le dice a la otra: “¿Ves a ese señor de guardapolvo blanco? Lo tengo totalmente amaestrado, cada vez que yo bajo esta palanca me da de comer”.

Dos maneras de ver el mismo proceso, la situación es exactamente la misma.

Admitir que el único mundo es el interno implica confiar en la esencia del ser humano. Para creer que el único acceso al mundo es mi percepción, tengo que imaginar al hombre esencialmente bueno, noble, generoso y solidario. Si yo pienso que el ser humano es dañino, perverso, cruel y demás, tengo que restringirlo, no puedo dejarlo en libertad.

Afortunadamente, hay seres humanos de estos dos tipos y, como soy un optimista sin remedio, creo que el mundo está compuesto más por gente esencialmente buena, noble, amorosa y solidaria, que por gente destructiva, cruel y dañina. Se rá función de quienes nos creemos estas cosas tratar de ver cómo educamos a todos aquellos que son así. En principio, sabiendo que si le damos espacio y lugar al otro para que se desarrolle naturalmente, lo que el otro desarrolla es lo mejor de él, no lo peor.

Un señor muy creyente sentía que estaba cerca de recibir una luz que le iluminara el camino a seguir. To das las noches, al acostarse, le pedía a Dios que le enviara una señal sobre cómo tenía que vivir el resto de su vida. Así anduvo por la vida, durante dos o tres semanas en un estado semi místico buscando recibir una señal divina.

Hasta que un día, paseando por un bosque, vio a un cervatillo caído, tumbado, herido, que tenía una pata medio rota. Se quedó mirándolo y de repente vio aparecer a un puma. La situación lo dejó congelado; estaba a punto de ver cómo el puma, aprovechándose de las circunstancias, se comía al cervatillo de un solo bocado. Entonces se quedó mirando en silencio, temeroso también de que el puma, no satisfecho con el cervatillo, lo atacara a él. Sorpresivamente, vio al puma acercarse al cervatillo. En tonces ocurrió algo inesperado; en lugar de comérselo, el puma empezó a lamerle las heridas. Después se fue y volvió con unas ramas humedecidas y se las acercó al cervatillo con la pata para que éste pudiera beber el agua; y después se fue y trajo un poco de hierba húmeda y se la acercó para que cervatillo pudiera comer. Increíble.

Al día siguiente, cuando el hombre volvió al lugar, vio que el cervatillo aún estaba allí, y que el puma otra vez llegaba para alimentarlo, lamerle las heridas y darle de beber. El hombre se dijo: esta es la señal que yo estaba buscando, es muy clara. “Dios se ocupa de proveerte de lo que necesites, lo único que no hay que hacer es ser ansioso y desesperado corriendo detrás de las cosas”. Así que agarró su atadito, se puso en la puerta de su casa y se quedó ahí esperando que alguien le trajera de comer y de beber. Pasaron dos horas, tres, seis, un día, dos días, tres días... pero nadie le daba nada. Los que pasaban lo miraban y él ponía cara de pobrecito imitando al cervatillo herido, pero no le daban nada. Hasta que un día pasó un señor muy sabio que había en el pueblo y el pobre hombre, que estaba ya muy angustiado, le dijo:

—Dios me engañó, me mandó una señal equivocada para hacerme creer que las cosas eran de una manera y eran de otra. ¿Por qué me hizo esto? Yo soy un hombre creyente...

Y le contó lo que había visto en el bosque...

El sabio lo escuchó y luego le dijo:
—Quiero que sepas algo. Yo también soy un hombre muy creyente, Dios no manda señales en vano, Dios te mandó esa señal para que aprendieras.

El hombre le preguntó:
—¿Por qué me abandonó?

Entonces el sabio le respondió:
—¿Qué haces tú, que eres un puma fuerte y listo para luchar, comparándote con el cervatillo?

Tu lugar es buscar algún cervatillo a quien ayudar, encontrar a alguien que no pueda valerse por sus propios medios.

Casi todo puede ser visto, registrado y analizado desde varios lugares. De hecho la humanidad ha mirado al hombre y su problemática poniendo el acento en diferentes aspectos de nuestras dificultades a lo largo del último siglo.

domingo, 18 de abril de 2010

Perdido sin tí.


Jugando a las escondidas entre largos trozos de telas violáceas rectangulares. Primero te busco sutilmente e intento agudizar los sentidos, un simple jadeo me puede llevar hasta ti. Cuanta emoción creer que estás más cerca de lo que parece.

Conforme el tiempo pasa, las paredes parecen no existir y los géneros me envuelven empezando a asfixiarme. El espacio inmenso, casi eterno, descubre mi desesperación que apenas puedo disimular. Corro el riesgo y te busco aleatoriamente. Trotando doy giros bruscos y siento arder mi piel con cada roce repentino.

Me siento tan pequeño e insignificante sin ti, sin poder siquiera saber como estás. Escuchar tu voz sería aún más bello que cualquier atardecer o flor en primavera, tú presencia opaca cualquier arcoiris y lo transforma en una ténue escala de grises.

Estoy tan vacío. Tu llenas mi existir, cubres cada espacio de mi alma, sanas las heridas de mi músculo más noble y ahora sin tí es como si ya nada tuviera sentido. Los días se tornaron sozos, el trabajo se convirtió en la excusa perfecta para no extrañarte. Aún así cuando tengo algunas horas libres en soledad, no puedo evitar que merodees mis pensamientos.

Se que es tan solo una etapa, es temporal como la vida misma pero el proceso es doloroso aunque revelador. No me quitaste las esperanzas, solo las renovaste...

18/04/2010 - M.A.L.

Sin respuestas.

Si no puedo tenerte entera, pues no quiero nada...

Porque asi debe ser el amor, completo y sin rendijas. Absoluto, sin mezquindades ni peros. Porque asi como yo te amo deseo que me ames a mi; y no lo pido en la misma forma pues, cada quien tiene su manera, pero si con la misma fuerza, vigor e insistencia.

Lejos de mi está el pedirte esto. No soy quien primero para hacerlo y segundo está prohibido recoger migajas de amor.

Hay sentimientos en esta vida que solo pueden ser tomados como ciertos, cuando son plenos. Pero también es verdad que somos solo seres humanos con aciertos y errores, con deseos y cambios de opinión repentinos...

Lo que yo quiero es que te decidas, asi como yo quise amarte y lo hago a pleno aunque en silencio por estos días, necesito que te impongas y expulses la voluntad afuera de tí. ¡O me quieres o me odias! Pero ya no puedo seguir así en este infierno de deseos sin respuestas, de te quieros pero no aqui. Esta situación me enferma desde adentro y deforma hasta la destrucción mi alma.

Si decides amarme, prometo dar fiesta cada día que me quede de aliento. En cambio si tú no me quieres, arderá en llamas mi corazón pero estoy seguro que algún día lograré calmar el fuego y de las cenizas renaceré en busca del amor.

23/02/2010 - M.A.L.

domingo, 11 de abril de 2010

Algunas preguntas.

1) ¿Cómo te llamás?
2) ¿Nos conocemos? ¿Me conocés?
3) ¿Cuántos años tenés?
4) ¿Fumás?
5) ¿De qué trabajás?
6) ¿Qué estudias?
7) ¿Tenés hermanos o hermanas?
8) ¿Más grandes o chicos?
9) ¿Qué hacen?
10) ¿Hobbies?
11) ¿Qué música te gusta?
12) ¿Practicás alguna religión? ¿Mucho, poquito o nada?
13) ¿Qué buscás en tu vida?
14) ¿Qué tiene que tener esa persona para que te llame la atención?
15) ¿Qué pensás del aborto?
16) ¿Sos de tomar?
17) ¿Cuál es tu bebida favorita?
18) ¿Qué te gusta hacer, bailar, cine, comida, pasear en auto, aire libre, camping?
19) ¿Algo que te apasiona?
20) ¿Algún lugar en el mundo donde quisieras ir y todavía no pudiste hacerlo?
21) ¿Chocolates?
22) ¿Comida favorita?
23) ¿Una meta inalcanzable?
24) ¿Alguien famos@ que te gustaría conocer?
25) ¿Un deseo?
26) ¿Novi@s, parejas, cuántos?
27) ¿Cuánto estuvieron juntos?
28) ¿Por qué terminaron?
29) ¿Te gusta leer?
30) ¿Qué fue lo último que leiste?
31) ¿Un libro que recomendarías?
32) ¿Qué tipo de películas te gustan?
33) ¿Cena a la luz de las velas o comida a la cama?
34) ¿Un objetivo a cumplir en este año?
35) ¿Te arrepentís de algo en particular en tu vida hasta hoy? (algo importante)
36) En tu escala de valores ¿cómo ordenarías lo siguiente? Familia, amigos, pareja, vos, religión y un sexto factor a tú elección.
37) Mirame a los ojos por 15 segundos... ¿Qué ves?
38) ¿Tenés cosquillas?
39) ¿Algo que te haga feliz con tan solo pensar en eso?
40) En una escala del 1 al 10 ¿Cuánto te gusta producirte o arreglarte a diario?
41) ¿Alguna vez te dejaron o simplemente no te prestó atención esa persona que te atraia?
42) ¿Sabores de helado preferidos?
43) ¿Un color?
44) Dame tu mano. ¿Sos hábil con las manos?
45) ¿Sos de ver el medio vaso lleno o vacío?
46) ¿Honestidad aunque duela o mentiras piadosas?
47) ¿Cómo fue tu primer beso?
48) ¿Tuviste una linda niñez?
49) A pesar de todos los problemas que uno siempre tiene, ¿te considerás una persona feliz?
50) No lo pensés, la primera respuesta que venga a tu cabeza es la correcta... Por llegar a esta pregunta (la sin cuenta) tenés un pase libre a donde quieras conmigo ¿lo tomás?