martes, 29 de diciembre de 2009

Improvisación en twitter...


¡Basta! No quiero q me hablés más en ese tono que envenena y desarma mis células una por una hasta que llegas a mi corazón, para dejarme solo otra vez.

Luego necesito un milagro y varios meses para intentar volver a ser yo mismo y cuando creo que todo pasó, vuelves al acecho...

Y yo soy el tonto que cada vez renueva la fé en tí, y cree que esta vez me hablas en serio, dejándome llevar para reincidir.

Tus lágrimas de cocodrilo son gotas de sangre en el universo paralelo de mi corazón... Es por eso que te quiero y siempre lo haré porque nunca aprendo contigo y me llevas y me traes como una marioneta sin vida. Haces de mi lo que quieran tus caprichos...

Y no te opongo resistencia porque simplemente no puedo... contigo o sin ti mi vida no tiene sentido...

domingo, 27 de diciembre de 2009

El fin está cerca, pero el comienzo también.

Es irónico pero cuando algo termina, inmediatamente algo nuevo empieza.

Generalmente cuando algo malo termina, nace algo nuevo en su lugar... Acabamos con un miedo, un problema, un error y surge la valentía, la solución, la certeza.

Entonces ¿por qué no acabamos con todo lo malo que nos rodea?

Poco tiempo después de que algo bueno termina surge la tristeza, la soledad y hasta la desesperación. Es que todo nos parece malo cuando uno vivió situaciones tan agradables y sufre impávido, como tratando de encontrar el porque del final.



Es dificil manejar el porque del final de muchas cosas buenas... porque a veces cumplieron una etapa que no queremos aceptar, o porque simplemente tenían que terminar o algo, alguien fuera de nuestro alcance lo quiso así.

Pero el fin de lo malo casi siempre está a nuestro alcance, tras barreras mentales y pretextos inexistentes que nos creamos nosotros mismos. Muchas veces la solución está dentro de cada uno, solo hay que saber observar...


Nota: esto fue escrito el 07/03/2004 en horas de la tarde, en verdad no recuerdo bien cual era la situación por esos días en mi cabeza pero me pareció una linda reflexión para fin de año y por eso la comparto.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El retiro del guerrero.

Eres un gran guerrero, un ser mítico de esos que ya no quedan a la vista. He seguido tus pasos cada día dese que llegaste a este mundo. Te pude observar en tus momentos de gloria donde la cima parecía pequeña a tú lado. También vi tus lágrimas, esas que pocos vieron y otros ni siquiera sospechan existieron pero corrieron como un gran río arrasando con lo que había a su paso y siempre has vuelto a renacer de la nada.

Se lo que sientes... el tiempo pasa y la batalla nunca termina, estás cansado y crees que quizás sea hora de cambiar el rumbo, buscar otros horizontes y simplemente desistir.



Solo tú sabes lo que debes hacer. Aunque todos sabemos que tienes mucho más por dar, inconscientemente recordamos tu humanidad con debilidades y flaquezas. Nunca las demostrastes, cubriéndolas con una gran niebla de misterio que te hicieron eterno, incorruptible hacia el mundo exterior.

Aún cuando decidas no seguir adelante, aún cuando pierdas un poco la batalla por simple cansancio o por no encontrarle un final aparente a esta situación, nadie puede dudar que un guerrero como tú jamás descansará. Podrás cambiar las palabras y miradas por espadas, quizás te vuelvas más frio e insensible pero en el fondo mantendrás tus ideales. Esas bases que hasta hoy día te hicieron ser esto que eres, lo que muchos quieren, lo que otros odian o prefieren evadir ignorándote.

Seguiré a tú lado, vayas donde vayas hasta que cumplas con tú última batalla. Si cambias esta soledad esperanzada por una más cierta y sin sol, no importa yo estaré alli para tí. Quizás sea verdad y esta es tú hora, quizás tú tiempo como guerrero esté cumplido y debas dejar el camino a los más jóvenes; pero nunca, jamás pierdas la esperanza por mínima que sea. Siempre habrá un rayo de luz al amanecer para tí y yo estaré ahi contigo aunque no me puedas ver, acompañando tus latidos solitarios, aquellos que no encontraron su reflejo.

21/12/2009 - M.A.L.

domingo, 13 de diciembre de 2009

A primera vista.

Hoy tengo ganas de escribir, como acostumbro, de los sentimientos pero sobre algo nuevo... Bueno en realidad es viejo, pero para ustedes va a ser una novedad, salvo para una persona que puede llegar a leer esto. Quiero contarles sobre ella...

Era una tarde de verano de 1998 de esas en las que el sol parece estrujar la garganta, los pulmones respiran lento y las piernas parecen hincharse; me imagino debe ser similar a jugar en La Paz al fútbol, aunque en realidad no debe ser tan parecido. Había decidido a pesar del día, ir al centro a hacer unas compras porque quedaban pocos días para viajar a Bariloche con mis compañeros de secundaria de viaje de egresados.

Luego de varias cuadras esquivando tanto como era posible el contacto directo con el sol, buscando refugiarme bajo los toldos de las comercios, entrando a galerias cerradas, me detuve frente a una vidriera sin saber bien porque. Son esas situaciones en las que uno simplemente actúa, sin razones, sólo sigue el instinto y permanece...

Parecía no haber nada para mi allí, miré cada rincón por unos segundos hasta que justo antes de seguir mi camino, alcé la vista y la vi por primera vez. Por un segundo me quedé sin aire y ya no era sólo por efecto del calor reinante. Quizás era justo lo que necesitaba o tal vez era solo una locura.

De vez en cuando pasan estas cosas. Uno ve a alguien o algo que te llama la atención, un flash que te sorprende. Con el tiempo se aprende que la fantasía de poseer eso que no te pertenece, es algo sensiblemente normal, que es sólo el flash de una foto y la vida se asemeja más a un video en continuo movimiento. Asi casi mecánicamente seguimos con nuestras vidas. Es como cuando uno es chico y se antoja de todo juguete que se le cruza por la vista dando lugar a la tortura por un par de horas a nuestros padres, rogándoles por tal o cual cosa.

Todo pasó muy rápido, me resigné a no saber más de ella, creer que no estaba a mi alcance y continue. Las cuadras pasaron bajo mis pies pero no me podía olvidar de aquel instante, estaba sensiblemente exaltado pero traté de controlarme. Esa sensación de deseo estaba sobrepasando la delgada línea de la obsesión. Quise buscar otras cosas que me distrajeran para poder olvidarla pero me resultaba imposible, a cada segundo se tornaba más y más dificil sacármela de la cabeza.

Pensé en volver a aquella vidriera pero ¿para qué?; además era probable que ya no estuviera alli. La busqué en otros rostros, en otros comercios y me di cuenta que era única. Probablemente estaba fuera de mi alcance, pero tendría que haber hallado la manera en su momento.

Ya cabizbajo emprendí el retorno a casa. Sentía que había dejado pasar una oportunidad probablemente irremplazable en mucho tiempo y nunca sería lo mismo, porque después de todo uno nunca reemplaza a las personas o a ciertas cosas, los recuerdos conviven con uno para siempre... más, o menos nítidos pero están alli. ¿Nunca tuvieron por ej. una remera o un pantalón que amaban y lo usaron hasta que estaba totalmente desgastado y aún así les daba pena tirarlo?

Después de todo fue una coincidencia agradable. Iba a pasar por el mismo local ya que quedaba de paso, pero las esperanzas eran ínfimas. Unos metros antes del lugar mi corazón empezó a latir un poco más fuerte y la esperanza resurgió levemente. A paso tranquilo giré mi cabeza hacia la vidriera... Allí estaba, creo que en el mismo lugar que cuando me fui y la dejé en mi cobardía por creer que no era para mi.

Podríamos decir que era morocha, delicada, sutil, de curvas pronunciadas pero de estructura pequeña y tenía ese resplandor único como el de las sonrisas en las publicidades de pasta de dientes, donde al mostrar el actor la boca, hay un pequeño destello de luz. Metí las manos a mis bolsillos y entré con todo el amor propio que me quedaba.

Lo que pasó alli dentro no es de importancia pero el resultado fue que salí de alli con una sonrisa de oreja a oreja, sin nada en mis bolsillos y desde aquel día fuimos inseparables. Bueno es verdad que en dos oportunidades nos alejamos por un tiempo. La primera solo fueron unos cuantos minutos a la vera de una cascada en el mismo Bariloche días después, y hace menos de un mes la extravié por un par de días pero cuando algo tiene que ser, parece que no hay barreras. Siempre volvi a ella y ella a mi.








Les dejo una foto:



PD: ya se que son anteojos de sol, no se que habrán pensado uds. Los trato de ella porque tiene un sobrenombre femenino, pero esa es otra historia ;)

viernes, 4 de diciembre de 2009

Destino.

Buscaba encontrarte en los caminos sin final de este lugar inexistente. Gran fábula de los deseos indeseados, de las cosas que suceden sin una razón aunque si miras bien, nunca sucedieron...

Excusa perfecta para el eterno enamorado que vive engañado en el extinto aroma de una pasión lejana, de un deseo pasado, de una persona perdida y añorada o quizás nunca encontrada...

Me niego a creerlo. Supuesto hado, fuerza desconocida endemoniada que solo existes en verdad cuando engañas a los puros de corazón que en pos de un amor incierto y a veces imposible, son capaces de creer a la misma muerte como el transporte que puede llevarlos a una vida donde si te ame, donde te busque y te respete, donde el deseo sea mutuo y no existan los peros, no exista el llamado destino per se, sino que cada quien escriba el propio buscándolo a diario.

Maldita compasión de los imbéciles descorazonados que no saben hasta donde llevar esa estupidez llamada enamoramiento, convirtiendo el amor real y sincero en una burla sin gracia de la vida misma.

Enamoramiento que mientras existe es tan dulce como un cono de algodón de esos que comías de niño y manchabas todo tu rostro... tan hipnótico y pegajoso como un sueño de verano donde las sábanas abrigan demasiado, el ventilador parece no funcionar y despiertas embelazado confundiendo lo soñado con la realidad misma...

Las barreras no existen, esta es mi vida y te quiero junto a mi luchando a la par, apoyándonos de espaldas y a brazo cruzado... sosteniéndonos en las debilidades, consolándonos en el silencio, cerrando los párpados y confiándonos eternamente a un amor consolidado que no podrá ser derrotado.

23:04 04/12/2009 - M. A. Laplagne