sábado, 31 de octubre de 2009

Dos palabras.

Hace ya varios años, cuando termino de escribir una carta o algo por el estilo a alguien que aprecio, cierro con una frase cortita. Dos palabras muy simples pero que significan muchísimo para mi y espero que también asi sea para quien las recibe. Por esas extrañas casualidades nunca me detuve a razonar demasiado en ellas, aunque les doy mucha importancia.
A esta altura varios pensarán en palabras como "te quiero", "te extraño" o "te amo" pero no, les aseguro que este no es el origen de lo aquí escrito. Son palabras muchísimo más simples pero que en definitiva encierran, indirectamente, a todas esas frases y otras más... La respuesta a esta pequeña intriga es: "Se feliz".
Sí, se feliz... suena tonto ¿no?, quizás demasiado simplón, hasta cursi porque no... En fin, pero ¿por qué las uso? Como dije antes, realmente no es algo en lo que me haya detenido a pensar pero voy a tratar de darles una idea de lo que mi subconsciente me indica.
La felicidad, asi como el amor (amor en sentido generalizado, no solamente como pareja ya sea en noviazgo o matrimonio), son sentimientos muy importantes en la vida de todos nosotros. Generadores de vida, de buenos momentos... ambos por cierto positivos. Pero ¿por qué son tan importantes?
Sin lugar a dudas, uno tiene que empezar siempre por el interior... Partamos de que es imposible ser feliz con otras personas si primero no somos felices nosotros mismos, ya que si queremos ser felices con otros pero por dentro no lo somos, entonces deja de ser felicidad verdadera y pasa a ser una pantomima temporal, una felicidad que no llena el alma.
Algunos pensarán pero la felicidad no es eterna, uno cambia de estado de ánimo permanentemente, hay días, semanas, meses hasta años mejores que otros, más o menos felices o tristes. Esto es muy cierto pero no me enfoco tanto en lo temporal sino en lo que genera. Por ej. si uno sale con amistades para pasar el rato y divertirse pero está sumido en un problema, probablemente logre despejarse o evitar pensar en la situación en cuestión, pero con esto solo logra aplazarlo y el buen rato que uno pueda pasar, ciertamente no es verdadero sino que fue como un calmante temporal y cuando el efecto pase, esa "felicidad" se habrá esfumado. (Es también, llevado al extremo, el eterno dilema del alcohólico o el drogadicto.)
En lo personal cuando pienso en momentos felices recuerdo alguna que otra vacación en familia, un par de cumpleaños en particular, situaciones puntuales vividas con alguna novia o pareja o amistades, etc. momentos verdaderos, puros, sin dobles intenciones y que no intentan cubrir o tapar nada. Pero les aseguro que no recuerdo como algo feliz alguna salida de las que mis amigos me llevaron a la rastra (literalmente hablando) cuando me vieron decaído, porque si bien no la pasé mal, solo fue un calmante... y ojo no digo que eso haya estado mal, uno trata de dar una mano como puede, pero ciertamente no es un momento de felicidad real.
¿A qué voy con todo esto? Creo que hasta yo me perdí un poco... a ver, quiero decir que la felicidad y/o el amor tienen que empezar desde uno e irse abriendo camino hacia afuera como un gran remolino que empieza en un pequeño punto, en nuestro caso el corazón, y se va ampliando en forma de espiralada hacia afuera, pero esto no termina allí... este remolino por así decirlo se va desplazando por donde nosotros vayamos y va cubriendo distintas zonas, distintas relaciones a su paso (padre, madre, hermanos/as, primos/as, sobrinos/as, amistades, noviazgos, etc.) y deja huellas a su paso... esas huellas son los recuerdos felices de los que le hablaba más arriba, esos que fueron y se sienten aun pasado el tiempo como verdaderos y uno jamás va a olvidarlos...
Por último fíjense en este otro detalle, el remolino arranca a su paso, lo que esté fijado al suelo; es decir para poder formar esos sentimientos de felicidad y amor no deben haber ataduras, ni segundas intenciones... eso es lo que hace que estos sentimientos sean nobles y puros, lo que les da la connotación de verdaderos.
¡Sean felices!
29/10/2009 - M.A. Laplagne
Nota del autor: esto va dedicado a todos los que formaron, forman y seguirán de alguna u otra forma conmigo en este pasaje que es la vida como la conocemos. En especial a Fernandito que me pidió escribiera algo sobre "la felicidad". Como siempre digo, espero que les haya gustado y si le sirve a una sola persona lo escrito, ciertamente voy a estar feliz ;)

2 comentarios:

  1. Vengo a dejar un coment por compasión porque lo pediste en twitter :P
    jajajaa
    Se feliz :)

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  2. jajaa mirá a la altura que vengo a ver tu mensaje... Mala por compasión nada (igual lo voy a dejar porque es el único comentario desde que me mudé de host :S)

    Gracias y saluditos.

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Gracias por tu comentario. Slds!